Las comidas genéticamente modificadas son alimentos producidos por plantas o animales y que sus ADN fueron modificados por medio de la ingeniería genética
Se le llama ingeniería genética al proceso de manipulación de los genes de un organismo. Por ejemplo, el traslado del ADN de un organismo a otro. La idea es seleccionar ciertas cualidades de un organismo para trasladarlas a otro.
Por ejemplo, los primeros alimentos genéticamente modificados en los Estados Unidos fueron unos tomates. Éstos fueron modificados para que maduraran más lentamente con el fin de durar más tiempo en los estantes del supermercado.
También se utiliza la ingeniería genética para lograr que las plantas resistan mejor a los herbicidas, a los climas más austeros o drásticos para que sea el negocio más rentable y con menos riesgos. También se pueden crear comidas que sean más nutritivas.
Los defensores de las comidas genéticamente modificadas sostienen que éstos alimentos no son menos sanos que los alimentos convencionales.
Sin embargo, los que se oponen a éstas prácticas en los alimentos sostienen lo contrario.
Una de las razones que utilizan las multinacionales que invierten millones en alimentos GM, es que la ingeniaría genética permite producir comida suficiente para alimentar a millones de personas que sufren hambre en el mundo. Sin embargo, eso todavía no se ha visto, pues sigue siendo un gran negocio.
Uno de los argumentos en contra de éstas técnicas es que ésta práctica sólo lleva vigente por 30 años. Todavía no se sabe cómo reaccionará el genoma humano a estas comidas, ni cómo reaccionará el medio ambiente. Se necesitará observar lo que pase en las próximas generaciones, pero es una posibilidad que éstas técnicas estén siendo tóxicas para el medio ambiente.
Otra premisa que utiliza la defensa es que la comida genéticamente modificada ha logrado bajar los precios de la comida y que como se estima un crecimiento de la población mundial importante para el 2050, éstas técnicas ayudarán al mundo a no sufrir hambre.
Sin embargo, siguen sin aprobarse muchas técnicas en cultivos totalmente transgénicos.
Las restricciones de las comidas genéticamente modificadas son cada vez más estrictas.
Estados Unidos, Canadá, Brazil y Argentina cultivan 90 por ciento de las plantaciones GM del mundo. Sin embargo cada vez se imponen nuevas legislaciones para regular éstas técnicas.
Los consumidores de éstos alimentos están cada vez más preocupados respecto a los efectos de las comidas genéticamente modificadas en la salud. Los defensores de GM dicen que por siglos los viruses que circulan por el mundo han ido insertando sus ADN en los genomas de los cultivos, muchas veces, son ADN de otras especies.
Si la naturaleza lo hace todo el tiempo, no hay porqué preocuparse de que lo haga el ser humano para sus fines específicos.
Es más, ¿cuántos casos de muertes hubo por ingerir alimentos orgánicos infectados con por ejemplo Escherichia coli?
No es posible por el momento, probar que los alimentos genéticamente modificados son sanos pero tampoco se puede probar que no lo son. Todavía no se sabe con certeza los efectos que tendrán a mediado o largo plazo.
Las preocupaciones más grandes son las de los cambios nutricionales de los alimentos y los efectos tóxicos y alergénicos en el organismo humano.